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Lorena Casete Fernández
En los últimos años las ciencias sociales y sanitarias se esfuerzan por ofrecer intervenciones de calidad y eficacia. Como reflejo de la necesidad de evidencias sobre los tratamientos para personas con problemas adictivos, se publica en 2008, auspiciado por el Plan Nacional sobre Drogas y editado por la sociedad profesional Socidrogalcohol el libro titulado: Guía clínica de intervención psicológica en adicciones (Becoña y cols, 2008), en él se ofrecen niveles de evidencia y grados de recomendación para las terapias psicológicas que cuentan con estudios de evaluación y seguimiento en este ámbito. Se describen los fundamentos psicológicos del tratamiento de los trastornos por abuso de sustancias, los estadios de cambio, la entrevista y terapia motivacional, las terapias cognitivo-conductuales, las terapias centradas en la familia, las terapias analíticas y psicodinámicas, los tratamientos integrados para la comorbilidad y las comunidades terapéuticas.
Se concluye que las terapias cognitivo-conductuales en sus diversas vertientes tienen un alto nivel de evidencia, así como las motivacionales al inicio del tratamiento y con pacientes poco motivados y las terapias centradas en la familia tanto conductuales como de corte sistémico.
