Presentamos un estudio de caso clínico ilustrando la aplicación de la terapia cognitivo-conductual en una estudiante de 25 años que acude a consulta tras obtener elevadas puntuaciones en el triple sistema de respuesta en el Inventario de Situaciones y Respuestas de Ansiedad, ISRA (Miguel-Tobal y Cano-Vindel, 2002). La evaluación ha incluido: ISRA, entrevista semi-estructurada (Fernández-Ballesteros, 1992) y Escala de Obsesiones y Compulsiones de Yale Brown, YBOCS (Goodman et al., 1989). La paciente, diagnosticada de trastorno obsesivo compulsivo, presenta pensamientos intrusivos de carácter repetitivo, obsesiones relacionadas con la responsabilidad, la necesidad de saber o recordar y obsesiones somáticas, compulsiones de repetición y de comprobación. Los objetivos terapéuticos son la reducción de las respuestas de ansiedad, de pensamientos indeseados, comprobaciones y rituales, además del ajuste de la responsabilidad y la flexibilización de pensamiento. Se han aplicado técnicas de desactivación fisiológica, reestructuración cognitiva, exposición con prevención de respuesta y parada del pensamiento. Finalizado el tratamiento los resultados son positivos, observándose disminución significativa de la ansiedad y de la frecuencia de las compulsiones, en el nivel general de activación, en la frecuencia de los pensamientos intrusivos, así como un ajuste para la atribución de responsabilidad y literalidad de sus pensamientos.