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Javier Ortuño Sierra, Eduardo Fonseca Pedrero, Sylvia Sastre i Riba, José Muñiz Fernández
El objetivo principal del estudio fue examinar la distribución por clusters del Cuestionario de Capacidades y Dificultades (Strengths and Difficulties Questionnaire; SDQ) y analizar el efecto del sexo y la edad, en una muestra de estudiantes pertenecientes a institutos, con edades entre 14 y 18 años (N = 1474). Para el análisis de los datos se realizó un análisis iterativo basado en el procedimiento de K-medias. Una solución de cinco clusters destacó como la más parsimoniosa para diferenciar patrones de síntomas emocionales y comportamentales. El modelo de cinco clusters reveló las siguientes agrupaciones: “ausencia de dificultades y altas puntuaciones prosociales” (n = 418; 28,36%), “altas puntuaciones en dificultades y bajas en comportamiento prosocial” (n = 239; 16,21%) , “altas puntuaciones en hiperactividad, bajo en el resto de las subescalas de dificultades y alto en capacidades prosociales” (n = 302; 20.49%), “alto en dificultades emocionales y de relación, bajo en dificultades conductuales y de hiperactividad y alto en capacidades prosociales” (n = 275; 18,66%), y finalmente “dificultades de hiperactividad y niveles medios en el resto de subescalas de dificultades y en las capacidades prosociales” (n= 239; 16,21%). Este modelo de cinco clusters fue replicado atendiendo al género y la edad. Sin embargo, las diferencias encontradas en la distribución de cada cluster sugieren que las dificultades difieren en función del género y de la edad. Los resultados permiten concluir la mayor presencia de dificultades de tipo externalizante en el caso de los hombres y mayores niveles de dificultades emocionales y capacidades prosociales en el caso de las mujeres
The main purpose of the study was to examine the cluster composition of the analysis on the effect of gender and age of the Strengths and Difficulties Questionnaire (SDQ) in a large school-based sample of high school adolescents ranging from 14 to 18 years old (N = 1474). In order to do this, a K-means iterative cluster analysis was performed. A five-cluster solution turned out to be the most parsimonious in the differentiation of emotional and behavioural patterns. A five-cluster solution yielded the following patterns: “No difficulties and high prosocial scores” (n = 418; 28.36%), “high difficulties and low prosocial scores” (n = 239;
16.21%), “high on hyperactivity, low on the rest of the difficulties subscales, and high in prosocial capabilities” (n = 302; 20.49%), “high on emotional and peer problems, relatively low on conduct and hyperactivity, and high in prosocial capabilities” (n = 275; 18.66%), and finally “hyperactivity problems and average in the others difficulties subscales, and in prosocial capabilities” (n = 239; 16.21%). This cluster solution was replicated attending to the same gender and age groups. Nevertheless, differences in the distribution of the cluster composition suggest that difficulties differ by gender and age. The results allow for the conclusion that men reveal a greater number of problems of an externalizing nature whereas women indicate a greater degree of internalizing difficulties and prosocial skills
