Bangor, Reino Unido
Temuco, Chile
La experiencia de tener una mente desorganiza es un fenómeno común luego de lesiones a la corteza frontal. Si bien en las últimas décadas existe un mayor conocimiento respecto a los mecanismos neuropsicológicos que colapsan en una mente desorganizada, las consecuencias emocionales de dicho problema han sido escasamente descritas. Este artículo sugiere que uno de los resultados mas importantes de experimentar una mente desorganizada es la imposibilidad de utilizar dicha mente como fuente de autorregulación emocional. Además, propone que en situaciones de desorganización mental, los sobrevivientes de lesión cerebral tienden a utilizar las mentes-cerebros de otros como fuente de regulación afectiva, proceso conocido como regulación extrínseca. Por medio de la descripción de un caso clínico se intenta además demostrar como los procesos de regulación intrínseca y extrínseca se encuentran íntimamente relacionados.
The experience of a disorganized mind is a common phenomenon after pre-frontal cortex lesions. Even though during the last decades there has been a better understanding of the neuropsychological mechanisms that are often compromised in a disorganized mind, its emotional consequences have been scarcely described. This article suggests that a main problem of having a disorganized mind is the difficulty of using that same mind to self-regulate emotional states. In addition, this paper also proposes that in situations where the mind is in a state of disorganization, patients tend to use other’s people’s minds-brains as a source of affective regulation, a process commonly known as extrinsic regulation. Finally, the relationship between intrinsic and extrinsic regulatory processes is addressed through the description of a clinical case