Matías Laje, Tomás Otero, Gabriel Lombardi
El analista, a la hora de pensar el estatuto de la verdad en psicoanálisis, encuentra que existen dos vías férreas donde, no sin pasar por la verdad, se puede cernir ese real que es el corazón de la práctica analítica. La primera vía es el amor, en tanto transferencia tal como fue articulado por Freud y reformulado por Lacan; la segunda es el decir de los poetas, enseñanza a la que no han querido renunciar ninguno de estos dos maestros y de la cual han sabido extraer sus consecuencias.