Katy Daigle
Los pozos de agua potable de las regiones más pobres y pobladas del planeta, que se excavaron para evitar las bacterias de la superficie, presentan, en cambio, altas concentraciones de arsénico.
Las modificaciones en las corrientes de los acuíferos, ocasionadas por el elevado consumo de agua por parte de una población creciente, están contaminando pozos anteriormente limpios y enfermando a la gente.
Los mapas del subsuelo, combinados con datos edafológicos y de la composición química del agua, ayudan a predecir las zonas de riesgo. Con todo, resulta difícil elaborar mapas fiables.