En un momento de crisis planetaria, lo que es “nuevo” no solamente asusta, es también auspicioso comparando el agotamiento de las soluciones hegemónicas. La Transdisciplinariedad se presenta como un camino necesario. En este artículo buscamos reflexionar sobre las bases de nuestra práctica (la Transpsicomotricidad Clínica) con niños y niñas, como Terapeuta Único y sobre el lugar del Supervisor TransD, en la concepción de la Clínica Transdisciplinar. Pensamos que actuar en la complejidad de las demandas de los niños y niñas y de sus familias nos exige una revisión de la manera simplificadora y fragmentada de comprender y acompañar al humano y sus sufrimientos.
In a moment of global crisis, the “new” cannot only be viewed as scary, as it may turn out to be auspicious when compared to the exhaustive hegemonic solutions. The Transdisciplinary is presented here as a necessary path to be followed.
In this paper, we try to reflect on our practice bases (Transpsychomotricity Clinic) with children, as Unique Therapist and my place as supervisor in a Transdiciplinary Clinical conception. We believe that dealing with the complexes needs of kids and their families urges us to review the somewhat simplist and fragmented way we tend to assume when trying to understand humans and human suffering.