La aplicación de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) a la salud ha experimentado un gran auge a lo largo de la última década. Por sus características clínicas y evolutivas, el trastorno bipolar es una de las enfermedades mentales en las que su introducción es factible y aspectos claves como la psicoeducación o la adherencia terapéutica, se pueden ver beneficiados a través de estas técnicas. La posibilidad del uso de sensores abre una nueva perspectiva en la identificación de marcadores biológicos en la detección de síntomas tempranos de recaída. En el presente trabajo realizamos una revisión de las intervenciones previas en el trastorno bipolar utilizando las TIC, analizamos las ventajas y desventajas inherentes a su uso y planteamos futuras líneas de investigación que incluyan ensayos aleatorizados, que avalen su eficacia y eficiencia, junto con una mejor definición de la población diana.