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Se utilizan los datos de los censos de 1960, 1970 y 1981 para analizar las tendencias migratorias en España en 1975. Para empezar, se hacen una serie de consideraciones generales para cada provincia en términos de ganancias y pérdidas netas. Después se hace un estudio detallado para cada provincia, relacionando las tendencias migratorias con los cambios experimentados en la estructura ocupacional. Sin insistir en una relación unívoca entre migración y empleo, se evidencia que la crisis económica ha modificado sustancialmente algunos modelos de flujos migratorios. Finalmente se aborda el tema de la emigración interprovincial. En general, Extremadura continúa siendo el lugar de emigración más fuerte, seguida de las dos Castillas, siendo Madrid el mercado de trabajo más atrayente. También se observa que la interrupción de la emigración hacia Europa en 1973 no significó un amuento de la emigración interregional, ya que la crisis económica también afectó a las principales zonas receptoras de emigración en España
