Ana María Hermosilla, Rocío Cataldo, Celeste Bogetti
La Declaración Universal de los Derechos Humanos, junto con otros tratados y pactos relacionados, fueron incluidos en la legislación argentina tras la reforma de la Constitución Nacional en el año 1994, pasando a ser parte del bloque de constitucionalidad. El mencionado reconocimiento constitucional marcó un hito histórico en la temática. Sin embargo se destacan ciertas cuestiones a tener en cuenta en relación al área de la Salud Mental que plantean un discordancia con este reconocimiento como: la desactualización del Código de Vélez Sarsfield en cuanto a la temática de la capacidad-incapacidad, la falta de leyes nacionales específicas, y los prejuicios culturales y sociales sobre la “enfermedad” mental”. En la actualidad, esta situación está siendo modificada dado que se han comenzado a sancionar una serie de leyes donde el énfasis está puesto en el respeto por la dignidad y derechos de la persona. Si bien a reforma legislativa es un paso fundamental y demuestra la impronta de los Derechos Humanas en la legislación argentina, es importante que esté acompañada de cambios en aspectos ideológicos, culturales y sociales que permitan que el marco legal, vaya siendo legitimado y se instale como nuevo paradigma en la práctica