Santiago López Gómez, Rosa María Rivas Torres
Objetivo: Las investigaciones sobre el trastorno del espectro autista tienen todavía un largo camino por recorrer, pese a los progresos experimentados en el conocimiento de las últimas décadas. Tomando perspectiva y considerando los avances recientes y una vez ha visto la luz el DSM-V, cabe reflexionar tanto sobre los ajustes gnoseológicos y la propia definición del autismo y de los TGD, como también sobre la precisión de sus límites. Las nuevas propuestas apuestan por definir mejor el trastorno y por acotar su amplitud espectral, a través de la identificación de niveles de gravedad. Conclusiones: Los retos y las oportunidades en el corto plazo son numerosos y se evidencian en canalizar el flujo de información entre la investigación y la intervención, abordar su dimensión etiológica desde una perspectiva multidisciplinar, diseñar mejores herramientas diagnósticas y trabajar, en última instancia, por su integración e inclusión escolar, social y laboral.