S.C. Eisele, J. Dietrich
La radioterapia cerebral es una de las piedras angulares del tratamiento de numerosos tumores cerebrales primarios y metastásicos. Pese a ello, aparte de su efecto terapéutico deseado sobre las células tumorales, una parte sustancial de los pacientes sufre efectos secundarios de carácter neurotóxico a consecuencia de su aplicación. La necrosis por radiación puede provocar síntomas neurológicos y cambios radiográficos progresivos. Diferenciarla de la progresión tumoral en las imágenes puede llegar a ser un verdadero reto, dada la similitud que en ocasiones presentan las características de la resonancia magnética en ambas situaciones. Por esa razón, a veces es necesario recurrir a la biopsia quirúrgica y la confirmación histopatológica para confirmar el diagnóstico y orientar el tratamiento. Existen opciones eficaces de tratamiento para la necrosis cerebral por radiación y los pacientes con síntomas deben recibirlas. Es preciso ampliar el conocimiento sobre los procesos celulares y moleculares que se esconden detrás del desarrollo de la necrosis por radiación si se quiere prevenir y minimizar la morbilidad asociada a ella y mejorar las estrategias terapéuticas disponibles.