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Cuando estaba terminando mi bachillerato, en el Colegio San Bartolomé, en quinto año, veía una materia que se llamaba Psicología Experimental. En esa época se llamaba así, me pareció enormemente atractiva, entonces pensé que podía leer algo sobre ello. Cerca de mi casa, (vivía en el centro de Bogotá sobre la Avenida Jiménez con carrera quinta), había una librería, con 20 tomos relativamente grandes de las Obras Completas de Sigmund Freud. Conseguí los libros de la colección y durante ese año que hice quinto de bachillerato, debí leer algo así como ocho o nueve libros de los volúmenes de Freud, y decidí que quería estudiar Psicología.
