Los psicólogos experimentales han venido escribiendo cada vez con mayor frecuencia sobre un tipo de conducta que parece ser de crucial importancia para la comprensión del comportamiento en general y humano en particular: el auto-control. Tanto al nivel individual, como al nivel del comportamiento de los grupos sociales, los procesos de auto-control muy probablemente juegan un papel básico tanto en la regulación de comportamientos complejos, como en el desencadenamiento de conductas desadaptativas (Phillips y Wiener, 1966).