La relación existente entre alteraciones emocionales e hipertiroidismo ha sido conocida y mencionada desde hace ya mucho tiempo. Sin embargo, la objetivación psicofisiológica del problema está muy lejos todavía de una formulación cabal. Los avances recientes y cada día más precisos en el campo de la investigación neurológica (sistema límbico, substancia reticulada e hipotálamo) permiten augurar un brillante futuro para la Psicofisiología y, concretamente, un esclaramiento cada vez mayor del tema que actualmente nos ocupa, así como de las interrelaciones neuroendocrinas en general.