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Izaskun Ibabe Erostarbe, Ainara Arnoso Martínez, Edurne Elgorriaga Astondoa
El número de denuncias por maltrato presentadas por los padres contra sus hijos a nivel nacional se ha in- crementado de forma alarmante sobre todo a partir del año 2005. El objetivo de este estudio era comprobar si los menores infractores denunciados por maltrato a sus progenitores presentan diferentes problemas psicológicos que los infractores por otros delitos y los adolescentes no infractores. Para ello se analizaron los datos de 231 adolescentes entre 14 y 18 años del País Vasco (España) de ambos sexos, de los cuales 106 eran infractores y el resto procedía de la población general. Algunos de los infractores tenían delitos por violencia filio-parental (n = 59) mientras que el resto tenían delitos de otro tipo (n = 47). Los infractores que agreden a sus padres se caracterizan por presentar más problemas conductuales fuera del hogar y caracte- rísticas asociadas a la sintomatología depresiva que los infractores por otros delitos o los que no son infrac- tores. Determinados problemas psicológicos de los hijos podrían precipitar situaciones de conflicto en el seno familiar y los progenitores verse incapaces de controlarlos. Los resultados ponen de relieve la necesi- dad de que los infractores por violencia filio-parental reciban terapia psicológica individual.
The number of complaints filed by parents against their children nationwide has increased dramatically, particularly since 2005. The aim of this study was to examine whether young offenders who had been charged for violence against their parents presented different psychological problems from youngsters charged with other types of offence and non-offenders. Data from 231 adolescents of both sexes aged 14 to 18 years and living in the Basque Country (Spain) were analyzed. Of these, 106 were offenders and the rest were from a community sample. Some of the offenders had been charged with child-to-parent violence (n = 59), while the rest of them had not (n = 47). Offenders who had assaulted or abused their parents presented more behavior problems outside home and more characteristics associated with depressive symptomatology than offenders of other types or non-offenders. Certain psychological problems in adolescents could precipitate family conflict situations and leave parents unable to control their children. Findings highlight the need for offenders charged with child-to-parent violence to receive individual psychological therapy.
