Introducción y desarrollo. Las teorías vigentes sobre el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) postulan que su déficit cognitivo primario consiste en una disfunción ejecutiva. En los últimos años, los estudios realizados con técnicas de neuroimagen han aportado evidencia, tanto anatómica como funcional, que apoya la hipótesis de una disfunción frontoestriatal en este trastorno. Sin embargo, recientes estudios de neuroimagen han encontrado alteraciones a nivel anatómico y funcional en regiones corticales posteriores, como la corteza parietal inferior y la corteza temporal posterior, que se han relacionado con una disfunción en la atención selectiva. Los estudios realizados con potenciales relacionados con acontecimientos discretos (PRAD) muestran que los niños con TDAH presentan alteraciones en componentes tempranos (durante los primeros 200 ms de procesamiento), como P1 o N1, que son sensibles al efecto de la atención selectiva. Estos hallazgos introducen dudas sobre si la disfunción frontoestriatal/ejecutiva es el déficit primario en el TDAH. Conclusiones. Uno de los objetivos principales de la investigación sobre el TDAH debería ser la búsqueda de su déficit cognitivo primario y de los circuitos cerebrales que lo sustentan, por las importantes repercusiones que este hecho tiene sobre su diagnóstico y tratamiento. Técnicas con elevada resolución temporal como los PRAD o la magnetoencefalografía pueden ser especialmente útiles para discriminar en qué momento del procesamiento cognitivo la actividad cerebral de los niños con TDAH empieza a presentar alteraciones, y como consecuencia, para ayudarnos a entender cuál es su déficit cognitivo primario.