Introducción. La continuidad de las conductas conscientes requiere la puesta en juego de la atención y de la memoria operativa, o memoria de trabajo, para conjugar los datos de la realidad actual con los de la memoria a largo plazo y con los planes secuenciales de acción adaptativa. Pacientes y métodos. Mostramos los resultados preliminares de nuestro estudio de 50 pacientes con edades entre 7 y 16 años, distribuidos en tres grupos según el trastorno neurocognitivo dominante: grupo TDAH `puro´, grupo TDAH/TA (con trastorno de aprendizaje comórbido) y grupo RMEM (riesgo de trastorno de memoria por daño temporomesial bilateral). A todos se les ha aplicado una batería de pruebas de control atencional y de memoria a corto y largo plazo. Resultados. El CI verbal es superior a 80 en todos los participantes, sin diferencias entre los tres grupos. El grupo TDAH/TA tiene un CI manipulativo y una atención sostenida más bajos que el grupo TDAH, pero no se han objetivado déficit de memoria a largo plazo en ninguno de estos dos grupos. En cambio, el grupo RMEM rinde más bajo en tareas de memoria verbal, a pesar de que su conducta es más atenta y estable, comparativamente con los otros dos grupos. Conclusiones. El análisis neuropsicológico de estas disociaciones permite ajustar las estrategias de intervención terapéutica. El rendimiento en aprendizajes a largo plazo en niños con TDAH y TDAH/TA puede ser mejorado con psicoestimulantes por su efecto activador de la memoria de trabajo.