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Sergio Vásquez Bronfman
La informatización de las empresas ha sido un proceso portador de infinitud de promesas, muchas de ellas no cumplidas. Y ello porque la implementación de tecnologías de la información es un arte problemático. Los inmensos progresos realizados en los últimos 30 años en materia de hardware, de ingeniería de software, y de diseño de sistemas, no revierten en el arte de la implementación. Por "implementación" entendemos aquí el hecho que un sistema funcione no solamente en los ordenadores y en las redes de telecomunicaciones, sino también y sobre todo que sea utilizado con provecho por seres humanos que trabajan en organizaciones. Aquí es donde está el problema.
