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Una de las alteraciones del lenguaje más comunes en personas que sufren algún tipo de daño cerebral es la anomia o las dificultades para activar y recuperar las palabras que se quieren decir. La mayor parte de los estudios que se han realizado se han centrado en los pacientes afásicos que habían sufrido algún tipo de enfermedad cerebrovascular, no obstante, estas estrategias de evaluación e intervención se pueden aplicar a las personas que presentan diferentes tipos de lesiones cerebrales (traumatismo craneoencefálico, demencias, tumores, etc.) con síntomas similares. En la valoración de este trastorno orientada a la rehabilitación es necesario conocer de forma específica los componentes del sistema de producción de palabras afectados y preservados, emplear medidas que permitan detectar el cambio a lo largo del tiempo y conocer las repercusiones de este trastorno en la comunicación cotidiana del paciente. Los dos grandes enfoques que se siguen en el tratamiento de esta alteración son, por una parte, los estratégicos, de reorganización o compensatorios, y por otra parte, los de facilitación y reenseñanza.
