En este estudio se presenta el análisis intensivo de un caso de abandono de terapia en el que se identificaron varios eventos de ruptura sin reparar. Hemos centrado nuestro análisis en la contribución de la terapeuta a estos episodios no resueltos. El número de intentos de intervención de la terapeuta fue cuatro veces menor que el número de las intervenciones previstas de acuerdo con los Modelos de Resolución de Rupturas. Las principales fallas de la terapeuta fueron: incapacidad para advertir el marcador de la ruptura, para validar la experiencia emocional de la paciente y para reconocer su propia responsabilidad en el problema. La evaluación de la terapeuta indicó un buen funcionamiento interpersonal y psicológico, lo que sugiere que su incapacidad para resolver adecuadamente las rupturas estuvo menos relacionada con este tipo de variables y más relacionada con el nivel de experiencia clínica y con factores de entrenamiento/supervisión.