El artículo introduce un estudio realizado con un grupo de familias en el norte chileno; organizando una observación general de la familia nortina y especialmente de los efectos del sistema excepcional de turnos de trabajo en la región de Antofagasta. Da cuenta, según una observación relacional-sistémica, de las modalidades de reestructuración de los espacios afectivos parentales y de pareja así como de la organización de los roles al interior del sistema familiar, especialmente cuando son las mujeres las que se introducen en el mundo laboral. Los mitos encontrados en estas familias hacen referencia a un sistema de creencias que llevan a estas mujeres trabajadoras, a asumir una actitud de sacrificio en el intento de dar cumplimiento a expectativas vinculadas especialmente a su rol de madre, dueña de casa y luego de esposa con las de éxito profesional. Finalmente, el factor económico, la calidad de vida y el desarrollo personal son las principales fuentes de motivación de las familias para que la mujer trabaje y esto abre dudas respecto a las implicaciones sobre los aspectos afectivos relacionales, especialmente, el que concierne al rol conyugal.