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Silvia Saskyn
El sujeto puede hablar, decir todo lo que se le ocurre, tal como sucede en el obsesivo, y pese a que todo está a la vista y al alcance de quien lo dice, no por eso hay un levantamiento de lo reprimido. Freud lo va a abordar desde una teoría del juicio. Para Freud negar es la posibilidad misma del juicio. La operación de la negación estaría en la base misma de la posibilidad de que un sujeto hable, en definitiva que pueda tener funciones intelectuales no inhibidas a causa de la represión. El no es entonces lo que aparece como signo de represión. Sin negación no se podría pensar ni emitir juicio en tanto el pensamiento está concernido por la represión. Sintetizando, Freud plantea una primera operación de simbolización que como tal resulta equivalente a la operación plateada en el juego del "Fort-da" ya que en ambos casos se trata de una primera simbolización. Lo cierto entonces es que la función del juicio se hace posible con un sólo símbolo. Este símbolo podría relacionarse con ese juego de alternativas de presencias-ausencias que hay en el "fort-da", o bien con la alternancia de afirmación y negación. Es entonces a partir del no que la simbolización comienza como tal.
