Juan M. Mercadé Cerdá, Juan Carlos Sánchez Alvarez, Juan Galán Barranco, V. Moreno Alegre, Pedro Jesús Serrano Castro, Francisco Cañadillas Hidalgo
Introducción. La gran mayoría de crisis epilépticas son breves y autolimitadas, pero, en ocasiones, su duración puede ser mayor de la esperada, lo que, en el caso de las crisis convulsivas generalizadas, comporta un alto riesgo de morbimortalidad, que aumenta con su duración. Esta gravedad justifica la realización de una guía de práctica clínica de consenso, basada en evidencias implícitas sobre aspectos relacionados con el manejo terapéutico recomendado a un paciente con una crisis prolongada asistido en los servicios de urgencias. Materiales y métodos. Se ha realizado una búsqueda selectiva de la información científica relacionada con el tema propuesto en Pubmed-Medline, utilizando filtros de evidencia científica. Dicha búsqueda se completó en otros buscadores de evidencia científica, como Tripdatabase, Biblioteca Cochrane Plus o DARE. Las referencias seleccionadas se analizaron y discutieron por los autores y se extrajeron las evidencias disponibles y las recomendaciones de ellas derivadas. Resultados. Se identificaron 33 documentos primarios y seis guías de práctica o protocolos relacionados con el tema propuesto. Las recomendaciones se insertaron en el texto de manera explícita. Conclusiones. El protocolo terapéutico debe iniciarse ante cualquier crisis convulsiva con una duración superior a cinco minutos, asegurando, en primer lugar, la correcta función respiratoria y cardiocirculatoria, y administrando fármacos antiepilépticos por vía intravenosa de acción rápida y con dosis altas, mantenidos hasta que se identifica y controla la causa. Las crisis no convulsivas prolongadas, por su menor morbimortalidad, no precisan generalmente de una terapia tan enérgica y con riesgo de complicaciones.