Estrella Valle Torres, Mª Isabel Amat Giménez
El principal objetivo de la perinatología es evitar la prematuridad. Todos los órganos del niño prematuro deben madurar en un ambiente que no es el más adecuado. La investigación sobre la nutrición perinatal confirma que la leche humana, y en concreto la leche de la propia madre, es la más adecuada y específica para alimentar a estos bebés. Una de las actividades relacionadas con la humanización en los cuidados de estos niños es procurar las condiciones más favorables para que la lactancia materna sea lo más duradera y satisfactoria posible. La lactancia materna proporciona a los niños prematuros una nutrición óptima y adecuada, y favorece el vínculo madre/hijo. Éste debe protegerse con mayor interés en los niños más vulnerables. Así, no se pueden separar la lactancia materna de los cuidados método canguro. Éste favorece un adecuado desarrollo neurológico y psicomotor de los prematuros, la organización de sus conductas, ciclos de sueño y vigilia y calidad del sueño, su termorregulación, reducción de episodios de apnea, menor riesgo de infecciones, mayor ganancia de peso. También es el momento para los padres de reconocer al niño como hijo propio, y pasan a ser los auténticos protagonistas del cuidado de sus bebés.