Las autoras nos presentan el trabajo desarrollado en el Servicio de Neuropediatría del un hospital, con niños que presentan dificultades de aprendizaje (principalmente dislexia y disgrafía), donde se les proporcionan dos sesiones semanales de Psicomotricidad, una de ellas en forma de taller, con actividades de manipulación y representación. Los resultados obtenidos nos muestran que se produce una mejora de la calidad de la escritura y una disminución del stress que producen las situaciones de aprendizaje en la escuela.