Esther Moreno Martín
El juego es una faceta que hay que potenciar tanto en el ámbito familiar, como escolar desde edades tempranas, puesto que es muy importante para el desarrollo del niño en todos los niveles. Si el niño disfruta jugando con sus iguales, puede llegar a comprender y asimilar el mundo que le rodea de una manera más placentera y positiva. Además, el juego también puede transformarse en un vehículo de comunicación para el niño; a la vez que potenciar y mejorar todas sus capacidades. En definitiva, desde los diferentes ámbitos, es preciso recuperar el valor y sentido que tiene el juego.