La motivación en nuestros alumnos, y en nosotros mismos, es fundamental para conseguir que el proceso de enseñanza-aprendizaje tenga lugar de forma coherente y correcta.
Por ello, veo necesario la necesidad de crear un ambiente agradable en el aula, a través de experiencias que consigan, que tanto el niño como el maestro sientan como propia dicha experiencia.
Esas experiencias deben ser cercanas al niño, a su ambiente. Temas como el circo, las mascotas, las fiestas son un ejemplo de ello. Con ellas, no sólo se lleva a cabo el trabajo en el Desarrollo Psicomotor, sino en el resto de áreas, haciendo partícipe a toda la comunidad escolar.