Marino Pérez Álvarez
El artículo confronta la tendencia cerebro-céntrica que invade la psicología, las ciencias sociales, las humanidades y la cultura popular. Se abordan cuatro puntos. En primer lugar, se muestra el poder de las neuroimágenes y lo que dan de sí como presunta explicación de las actividades humanas. Frente a su seducción, se saluda el surgimiento de una neurociencia crítica, que examina las condiciones y usos sociales de la propia neurociencia. En segundo lugar, se señala la avenencia del cerebro-centrismo con el individualismo y su tendencia interiorizante. Se desenmascara el posible uso ideológico del cerebro al servicio del liberalismo económico, señalando la asociación entre el �hombre neuronal� y el �espíritu del nuevo capitalismo�. En tercer lugar, se observa el auge de la neurociencia en relación con el declive de las ciencias sociales y de las humanidades. Se reivindican las �tres culturas�: ciencias naturales, sociales y humanidades, cada una competente en su terreno. Finalmente, se plantea la cuestión filosófica de fondo. Frente el bucle dualismo-monismo del que no sale la neurociencia, se ofrece el materialismo filosófico, sobre la base de una ontología de tres géneros que, para el caso, se concreta en cuerpo, conducta y cultura.