Este artículo expone de qué manera el entrecruzamiento de la biología, la informática y la tecnociencia, a la vez que simplifican la complejidad humana, genera una nueva dinámica sujeto-objeto, donde las herramientas creadas por los mismos hombres ya no son solamente capaces de modificar la naturaleza, sino que pueden producir alteraciones, en el hombre mismo, generando tensión o sufrimiento. Formas sutiles, cautivantes, son utilizadas como nuevos mecanismos de control del actual capitalismo. Intentando evitar toda ingenuidad y reduccionismo, el autor propone que los trabajadores psi comprendamos, fundamentalmente, qué es lo que somos, de dónde venimos y hacia dónde nos dirigimos. Sostiene que una evaluación analítica y crítica, permitirá a los profesionales de las diversas disciplinas que operan en el campo de la Salud Mental, contemplar, más allá de lo fragmentario, lo interprofesional, lo interdisciplinario, lo multireferencial, la intersectorialidad y evaluar la aptitud para operar en equipos de intervención e investigación.