Este artículo muestra el papel sumamente importante que desempeña la evolución y desarrollo del tacto y la audición en el niño ciego. Gracias a la coordinación audiotáctil, el niño ciego llega a la permanencia de los objetos, se produce el desarrollo de la prensión y, junto con el desarrollo de la habilidad manual y de la percepción táctil, la exploración, discriminación e identificación de objetos.