La mirada sistemática nos está dando muchos elementos que nos ayudan a interpretar y a comprender los movimientos que las personas hacemos en nuestro mundo relacional. Vemos como las vinculaciones que nos unen en aquello más profundo, nos marcan la comunicación y las formas de gestionar nuestros mundos emocionales, especialmente en el familiar. A partir de este paradigma, las formas de ayuda, ya sea desde una vertiente educativa, terapeútica o psicosocial, están encontrando otros parámetros e ingredientes más acertados para dar respuestas a las necesidades de los sistemas humanos actuales.