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Se han desarrollado diferentes modelos para explicar el funcionamiento defensivo individual, incluyendo la Escala de Funcionamiento Defensivo DSM-IV. Estos modelos se emplean para distinguir entre individuos psicológicamente sanos e individuos que presentan un desorden mental, o para demostrar el cambio terepéutico en pacientes en tratamiento.
Aunque existen evidencias de que hombres y mujeres difieren en sus mecanismos de defensa la mayoría, si no todos, de los estudios emplean el mismo modelo para ambos sexos.
Este estudio examina en una muestra de 517 mujeres y 124 hombres hasta qué punto un sustituto del modelo DFS de mecanismos de defensa y el modelo subyacente al Defense Style Questionnaire pueden aplicarse adecuadamente con hombres y mujeres. El análisis factorial indica que ninguno de los dos modelos refleja adecuadamente el funcionamiento defensivo de hombres y mujeres. Se discuten las implicaciones para la investigación y la práctica clínicas de estos hallazgos.
Different models have been developed to capture an individual’s defensive functioning, including the DSM-IV Defensive Functioning Scale (DFS). These different models are often used to distinguish between psychologically healthy individuals and individuals presenting with a mental disorder, or to demonstrate change in patients over the course of and following treatment. Yet, despite evidence that men and women rely on different defence mechanisms, most if not all studies into defences rely on the same model for both genders.
Using samples of 517 women and 124 men, this study aimed to examine the extent to which a proxy of the DFS model of defence mechanisms, and the model underlying the Defense Style Questionnaire, can be adequately applied to men and women. Confirmatory factor analyses indicated that neither model accurately reflects men or women’s defensive functioning. Implications of this for research and practice are discussed.
