Cristina Mediavilla García
Objetivo. El trastorno de hiperactividad (THA) se caracteriza principalmente por una actividad motora excesiva mantenida durante todo el día. A pesar de que las primeras descripciones clínicas del THA se remontan a principios del siglo xx, desconocemos todavía en gran medida la naturaleza exacta de esta alteración neurobiológica. Desarrollo. Las distintas denominaciones utilizadas para hacer referencia a esta alteración no han contribuido precisamente a arrojar luz sobre el trastorno. Actualmente, se utilizan dos términos para esta alteración, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), que se caracteriza por inatención, impulsividad e hiperactividad, y el THA. En cualquier caso, sería la conducta hiperactiva la que llevaría a los padres a solicitar ayuda especializada. Así, puesto que no existen marcadores biológicos, el diagnóstico del niño con hiperactividad se establece a partir de entrevistas y cuestionarios realizados al niño, a los padres y a los educadores. Esto ha llevado, en ocasiones, a agrupar bajo la misma denominación niños que difieren en sus manifestaciones comportamentales, en la etiología del trastorno o en la respuesta al tratamiento. Conclusiones. Se hace evidente, por tanto, la necesidad de establecer subgrupos que permitan delimitar con claridad la neurobiología del THA. Sin duda, contribuirá a ello la aproximación al estudio de este trastorno a través de distintas perspectivas y metodologías (genéticas, neuroanatómicas, neuroquímicas o neurofisiológicas) que posibiliten, además, el desarrollo de alternativas terapéuticas eficaces a largo plazo.