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F.L. Moreno Martínez, R. de la Guardia Domínguez, M. Nuñez Calatayud, Omaida López Bernal, H. Salazar Ferrer, Ángel J. Lacerda Gallardo
Introducción. Los aneurismas intracraneales son frecuentes en la práctica médica. Muchos de ellos no producen manifestaciones clínicas, por lo que, en ocasiones, no se diagnostican en vida. El sacular es el tipo más frecuente y el aterosclerótico es uno de los más raros. Caso clínico. En este artículo presentamos el caso de una paciente blanca, mujer, de 75 años de edad, que padecía de hipertensión arterial y cardiopatía isquémica crónica desde hacía más de 20 años, y que en los últimos cuatro meses se había quejado de disfagia y disartria. Ingresó en el hospital 24 horas después de haberse iniciado un cuadro de cefalea moderada, acompañada de vértigo, náuseas y vómitos. En el examen neurológico se constató somnolencia, disartria y una hemiparesia braquiocrural derecha, por lo que se decidió su ingreso; pero pasadas 48 horas se añadió una hemiparesia braquiocrural izquierda y posteriormente apareció sepsis respiratoria, que desencadenó una insuficiencia respiratoria aguda y la llevó a la muerte. Conclusión. El estudio necrópsico demostró la presencia de un aneurisma intracraneal aterosclerótico gigante (31 mm) de la arteria basilar. Se discute el caso y se presentan las imágenes.
