Gustavo C. Román
Objetivo. Se revisan aspectos fisiopatológicos de la cisticercosis que tienen alta relevancia para la salud pública, en particular como causa de epilepsia en el adulto. La cisticercosis es la infección del sistema nervioso central que producen las larvas de Taenia solium. En países del mundo donde la cisticercosis es endémica, la prevalencia de epilepsia es el doble de la que se observa en zonas libres de esta enfermedad parasitaria. Desarrollo. El humano portador de una Taenia solium intestinal es una fuente de contagio de cisticercosis, para otros y para uno mismo. Se propone la notificación obligatoria de todo caso que se diagnostique de neurocisticercosis a la sección de epidemiología del Ministerio de Salud, con el fin de poder controlar las fuentes de contagio, buscar otros posibles afectados así como determinar la prevalencia y distribución geográfica de este problema con el fin de adecuar, dirigir y optimizar los recursos disponibles en las campanas de erradicación. Conclusiones. Los médicos, y en particular los neurólogos y neurocirujanos, deben recordar que detrás de cada paciente diagnosticado con neurocisticercosis existe un portador de tenia en el entorno de la familia o de la mesa. La cisticercosis es una enfermedad cuyo mecanismo de transmisión es la contaminación de persona a persona (del portador de tenia al individuo con cisticercosis sintomática o asintomática). Las campanas de salud pública deben iniciarse a partir de los casos índices de neurocisticercosis, lo que permitirá llegar hasta las fuentes de contagio. La cisticercosis es una enfermedad erradicable que existe en la actualidad no solamente en los países en vías de desarrollo, sino también en los industrializados como resultado del turismo y de la inmigración desde los países endémicos.