La eugenesia y la higiene mental intervinieron en el programa de «ingeniería social» establecido en México después de la revolución. El objetivo de este programa fue conformar una sociedad de clases en donde las masas que habían participado en la insurrección hubieran quedado asimiladas. Las propuestas de transformación giraron en torno a la homogeneización racial (mestizaje, migración), y a la regeneración física y moral de la población (eugenesia, higiene mental). A través de un enfoque profiláctico, la higiene mental buscó erradicar la herencia degenerativa que estaba en el origen de las enfermedades mentales, lo mismo que en la criminalidad, el alcoholismo y las enfermedades venéreas.
Esta problemática atravesó la historia de la psiquiatría mexicana durante la primera mitad del siglo XX.