En este trabajo se revisan los orígenes de la institucionalización del psicoanálisis. Freud en 1910 propone un ambicioso programa de renovación. Pero habrá que esperar hasta 1918, hacia el final de la Primera Guerra mundial para que éste programa sea factible. En Budapest Freud retomará el programa de renovación y expansión, y lanzará el reto de crear una psicoterapia para el pueblo.
Entre Ferenczi y Abraham se establecerá una dura competencia (plasmada en la lucha por la sede del Congreso) por asumir el nuevo centro mundial del psicoanálisis, y dar respuesta a los retos lanzados por Freud. En un principio Ferenczi triunfará y tomará claramente la delantera.