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Se concibe como valor esencial para el ser humano la relación objetal que aporte significatividad a la existencia Se parte de la hipótesis de que la libido es buscadora del objeto y del vínculo significativo que consiga una auténtica experiencia humana de satisfacción, imprescindible para la adquisición de un self verdadero.
Se define la pulsión vital como fuerza y potencial evolutivo que empuja a ser y que, a través de sus dos raíces, erótica y agresiva, tiende a crear al objeto de gratificación (para fusionarse) por un lado y a conquistarle como objeto real (para saberle separado) por otro. Ambos procesos deben producirse con simultaneidad y alternancia adecuada de gratificación y frustración para que sea posible la constitución del mundo psíquico, del aparato para pensar pensamientos y del self. Es imprescindible además que junto al ello del niño esté presente el yo materno, como garantía de significatividad.
El vaivén exitoso de creación y conquista (con su dosis de agresión) dará lugar al objeto y fenómenos transicionales, dentro del espacio potencial.
La falla precoz en la experiencia de ilusión-conquista (por intolerancia objetal), traerá como consecuencia la amenaza de aniquilación del self y la puesta en marcha de soluciones "pseudo" para asegurar la supervivencia. En la clínica se podrá observar el miedo al derrumbe, basado en las experiencias de agonía primitiva por deprivación.
