Generalmente se presume una posición de víctima en las mujeres afectadas por la violencia conyugal, presunción que conduce a una intervención excluyente del sujeto. La culpa, presente en el discurso de muchas de ellas, da cuenta de la presencia de un sujeto responsable que debe ser indagado y puesto de relieve si se aspira a develar las coordenadas subjetivas implicadas en esta problemática.