Pierre Bruno
Este artículo sostiene la tesis de que el goce al que se apunta en la perversión es un goce paradójicamente depurado de Eros. El sádico cree que se obtiene en su partenaire. Pero apenas toma el lugar de su partenaire, como masoquista, se apresura a limitar con un contrato la "voluntad del goce" del Otro sádico. Habiendo errado aquello a lo que apunta, queda lo que se alcanza: la exclusión tendenciosa del goce femenino o de todo goce que no resulte de una concepción integrista de la castración.