María Eugenia Gras Pérez, Montserrat Planes Pedra
En una muestra de 84 estudiantes universitarios (90,2% mujeres) se analizan los conocimientos sobre la prevención de la transmisión sexual del virus del sida, las expectativas de resultados y de autoeficacia respecto a los métodos preventivos, la aceptación social percibida de los mismos y el tipo de prevención utilizada durante la última relación sexual. Para evitar las respuestas inducidas respecto a los comportamientos preventivos se emplea un formato de pregunta abierta. Los resultados muestran que: sólo una tercera parte de los estudiantes han dado respuestas correctas sobre las estrategias preventivas consideradas más eficaces (abstinencia, sexo sin penetración y uso del preservativo); el 40% de las estudiantes que citan la abstinencia se sienten poco capaces de emplearla, lo que no ocurre con el sexo sin penetración; la práctica de la monogamia serial -entendida equivocadamente como estrategia preventiva eficaz- continúa presente en este colectivo; la aceptación social percibida por parte del amigo y de la amiga más cercano es la única variable que ha estado significativamente relacionada con el uso del preservativo durante la última relación sexual. Estos resultados sugieren que hay que hacer un mayor esfuerzo de información para eliminar creencias equivocadas; que se debe pensar más en promocionar el sexo sin penetración en lugar de insistir en la abstinencia y que los programas que incorporan la presión social deben tener especialmente en cuenta a los amigos y amigas más cercanos.