Desde una perspectiva estatal e internacional, el artículo recoge unas breves notas sobre el origen y relevancia de las asociaciones de familias y personas con enfermedad mental. En las siguientes líneas, se analiza, por tanto, el papel de estas entidades en la elaboración de políticas y legislación, en la provisión de servicios y en la sensibilización social y erradicación del estigma. Junto a algunos ejemplos de cómo se lleva a la práctica este papel, se discuten algunos de los cuestionamientos que recibe el movimiento asociativo.