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La incorporación de España a la Unión Europea ha supuesto unos cambios radicales para el sector agroalimentario español, poniéndose de manifiesto las dificultades de adaptación de dicho sector (por las exigencias comerciales y organizativas) a las condiciones del mercado internacional y, más concretamente, a las del mercado europeo; en el que se ha pasado del concepto tradicional de « producción» a otro renovado de flexibilidad» y « competitividad». El sistema agroalimentario en los países desarrollados se articula como un conjunto perfectamente estructurado e interrelacionado, cuya lógica de funcionamiento es necesario conocer y comprender para mejorar el nivel de competitividad de las empresas y, como consecuencia de ello, la generación de empleo. En el presente trabajo queremos destacar que la industria agroalimentaria española y en particular, la que acoge la Sierra gaditana, está caracterizada por una excesiva atomización, que se traduce en la inexistencia de estructuras organizativas apropiadas para garantizar su viabilidad a la hora de competir. Debido al desconocimiento que existe acerca de la estructura de este tipo de organizaciones hemos procedido a la realización de un estudio de las mismas en el que, a través de la muestra estudiada, se pone de manifiesto que además de la dimensión y la estructura de las empresas, el entorno en el que se mueven, el alto grado de competitividad y el mercado en el que operan, son variables condicionantes de la supervivencia y desarrollo de las mismas.
