Uno de los objetivos del Inventario Clínico Multiaxial de Millon-II (MCMI-II) es identificar el diagnóstico específico que mejor se aplica a un paciente, para lo cual propone puntos de corte en puntuaciones tasa base (TB) que están avalados por los resultados satisfactorios de un estudio de validación diagnóstica. La adaptación española del MCMI-II presenta varias inconsistencias en los baremos que sirven para transformar las puntuaciones directas a TB (errores tipográficos, altas discrepancias con los baremos americanos, cambios de baremos entre ediciones) y propone puntos de corte TB para el diagnóstico cuya validez no viene avalada por ningún tipo de estudio empírico. El objetivo del presente artículo es analizar esos problemas y sus repercusiones, así como sugerir algunas recomendaciones al respecto, la más importante de las cuales implica no utilizar la adaptación española del MCMI-II con fines diagnósticos hasta que se obtengan datos que sustenten su validez diagnóstica.