Se plantea la vieja discusión sobre los efectos del crecimiento de la población y su relación con la producción de alimentos. Aún cuando el crecimiento demográfico no ha deteriorado la dieta alimenticia de la población mundial en las ultimas décadas, sin embargo comparaciones más precisas entre países desarrollados y países en vías de desarrollo, continentes ricos y continentes pobres, etc., prueban los efectos negativos del crecimiento demográfico incontrolado, llegando en algunos países a constituir un serio problema para la alimentación.