La igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres es una de los objetivos expresos de las directrices de empleo en los Planes de Acción sobre el Empleo, introducidos a partir de 1998. Aparte de las medidas para combatir la discriminación sexual en el empleo (desempleo, remuneración, segregación profesional, etc.), ya se ha convertido en objetivo declarado la introducción de un enfoque integral mediante la perspectiva de género (mainstreaming), para lograr que la igualdad atraviese todos los pilares del empleo. Este artículo pretende destacar las medidas innovadoras que se han tomado en este ámbito así como los avances desde 1998. Pero también pretende mostrar en qué campos se ha perdido terreno y cuáles son las lagunas de los planes Europeos. Por último, se aborda en estos debates el lugar que ocupan las relaciones laborales en Europa.