A través de un resumen histórico de las organizaciones que agrupan a los profesionales de la Psicología, el autor expone su punto de vista con respecto a la creación de un ente regional que aglutine a los psicólogos de Latinoamérica. Enumera las razones por las cuales considera que la región tiene las condiciones necesarias para asumir la dirección autónoma de la disciplina. De igual manera, plantea algunas sugerencias para la creación de una entidad para la psicología latinoamericana.