En los Estados Unidos, está aumentando la carencia de psiquiatras, y pacientes con necesidad de medicación psicotrópica a menudo se enfrentan a largas esperas y servicios limitados. Para disminuir la brecha creciente entre la oferta y la demanda, están incorporándose personas con capacidad para prescribir, formadas fuera de los escenarios médicos tradicionales. A pesar de que tradicionalmente los psicólogos han tenido poca formación médica, una nueva generación de psicólogos recibe ahora una exhaustiva formación en el uso de medicación psicotrópica, y dos Estados y un territorio de Estados Unidos ya han promulgado leyes que otorgan privilegios prescriptivos a psicólogos preparados. A medida que los psicólogos buscan formación médica, se convierten en un valioso recurso para los pediatras que a menudo son llamados para tratar trastornos psicológicos infantiles, además de problemas médicos. Los psicólogos pueden ser especialmente útiles para los pediatras que se enfrentan con la necesidad de diagnosticar y tratar adecuadamente a niños con el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, el trastorno psicológico más comúnmente diagnosticado en la infancia. Este trabajo resume los beneficios obtenidos para los pediatras, psicólogos y pacientes cuando se utiliza una relación de colaboración entre pediatras y psicólogos infantiles para el diagnóstico y tratamiento de niños con este trastorno.
In the United States, the shortage of psychiatrists is increasing, and patients who need psychotropic medications often face long wait times and limited services. To fill the widening gap between supply and demand, prescribers trained outside of traditional medical settings are stepping in. Although psychologists traditionally had little medical background, a new generation of psychologists now receives extensive training in the use of psychotropic medications, and two states and one US territory have already enacted laws that grant properly trained psychologists prescriptive privileges. As psychologists increasingly pursue medical training, they become a valuable resource for pediatricians who are often called upon to treat childhood psychological disorders in addition to medical problems.
Psychologists can be especially helpful to pediatricians grappling with the need to properly diagnose and treat children with attention- deficit hyperactive disorder, the most commonly diagnosed psychological disorder in childhood. This paper outlines the benefits to pediatricians, psychologists and the patient population when a collaborative relationship between pediatrician and pediatric psychologist is utilized to diagnose and treat children with this disorder