Carmen Prado, Isabel Azcona, Emilio Rodríguez, Manuel Hernández Rodríguez
La comunicación forma parte del acto médico y va más allá de la mera transmisión de datos técnicos y pronósticos acerca del proceso terapéutico. Conforma la relación médico-paciente y se extiende hacia el entorno familiar del enfermo. En este sentido diremos que tiene una faceta terapéutica individual y social. Del modo de informar dependerán hechos tan importantes como la relación con el paciente, con su familia y allegados y su colaboración en el tratamiento. Desde otro punto de vista, la falta de información es la principal queja de los pacientes y sus familias y una de las concausas de denuncia por mala praxis más habituales.El proceso comunicativo en Medicina no sería más difícil que en cualquier otra área pero la implicación emocional del receptor de la información, paciente o familiar, lo convierte en algo totalmente diferente. Para el cirujano infantil que trabaja en Oncología Pediátrica, la comunicación tiene todas estas características y algunas más. Se enfrenta al tópico de que los niños no se mueren de cáncer, segunda causa de muerte infantil en los países desarrollados; el principal receptor de la información no suele ser el paciente sino sus padres y por último, la información al paciente que siempre debe ser "a la medida" tiene aquí un factor nuevo y capital: la edad. Aportamos nuestra experiencia estructurada sobre la cronología del proceso, desde el primer contacto hasta el alta quirúrgica del paciente.
Communication is part of the medical performance. It does not only imply to inform the patient about the treatment, but also to have a relationship with the cancer patient and his family. Moreover, it has a social and individual therapeutic aspect. The relationship with the patient¿s family and the patient himself, as well as their adhesion to the treatment, will depend on how we inform them. In fact, the lack of information is the main complain and one of the most frequent causes of legal action taken for malpractice. The process of communication in Medicine is difficult due the emotional implication of the receiver of the information. Besides, for the paediatric surgeon working in Oncology, communication is even more problematic, because he has to face the belief that children do not die of cancer -though it is the second cause of paediatric death in the developed countries. The first to be informed is seldom the patient, but his parents. Furthermore, the information given to the patient must be according to his age. In this work we contribute our experience in communication since the first contact until the patient is discharged from hospital.